Estudio Revela Diferencias Sociales Entre Californianos
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El nuevo coronavirus introdujo un sinfín de incertidumbre en nuestras vidas, pero también ha expuesto desigualdades que ya estaban presentes en nuestra sociedad, y, en algunos casos las ha hecho aún más pronunciadas.
Una reciente encuesta que hemos conducido corrobora lo que muchos de nosotros ya sabíamos por experiencia propia: La pandemia del coronavirus ha tenido un impacto desigual en la vida de los residentes de California, afectando más duramente de acuerdo a líneas de desigualdad ya establecidas como raza, origen étnico e identidad sexual. Mientras que algunos de los encuestados reportaron pérdidas de ingresos, aislamiento social y una creciente sensación de inseguridad, otros lograron evadir los efectos más negativos de la pandemia ya que lograron mantener sus empleos y sus relaciones personales con bajos niveles de tensión.
Mientras que la desigualdad fue un punto de gran relevancia, la encuesta también reveló la importancia que le dan los californianos al muy arraigado problema de la violencia doméstica. Los datos recopilados muestran que los encuestados hoy ven la violencia doméstica como una crisis de salud pública que requiere de una serie de medidas innovadoras para ser atendida.
¿Qué determina cómo una familia experimenta los amplios efectos sociales y económicos del COVID-19? ¿Qué factores predicen si salen relativamente ilesos o si son los más afectados por sus impactos más devastadores?
La información, obtenida de casi 2,000 encuestados, fue recopilada en el mes de enero junto con la compañía PerryUndem, y revela que vivimos en Californias diferentes: Si bien el coronavirus ha afectado a todos los californianos de una u otra manera, la realidad es que las comunidades Latinas y afroamericanas fueron mucho más propensas a sufrir los efectos económicos más devastadores como resultado de la pandemia. Por otro lado, las personas LGBTQ fueron más propensas que otros encuestados a sufrir los efectos emocionales y de salud mental de la pandemia.
“ La pandemia está afectando a todos los californianos, pero la profunda inequidad que ha sido expuesta y exacerbada pone en evidencia la gran división que existe, hasta el punto que parecería que estamos viviendo en dos californias diferentes,” dijo Debbie I Chang, MPH Presidenta y CEO de la fundación Blue Shield de California.
Personas de color sufrieron los peores efectos economicos de la pandemia.
Cerca de dos tercios de los encuestados indicaron haber sufrido al menos un efecto negativo a causa de la pandemia, incluyendo la pérdida de empleos o salarios, la sensación de inseguridad en el trabajo, o la pérdida de algún miembro de la familia que contrajo el virus. Sin embargo, 8 de cada 10 Latinos encuestados, más que cualquier otro grupo, reportó haber experimentado el mayor número de efectos negativos a causa del coronavirus.
Los latinos están sobre representados en los empleos de servicios básicos, lo cual los coloca a más alto riesgo de contraer el virus. Sin embargo, muchos viven en zonas y comunidades con menos acceso a pruebas de covid-19, cuidado médico, o recursos de prevención. Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles encontró que en la mitad del 2020, la tasa de mortalidad por coronavirus de personas de origen latino de entre 35 y 49 años en el estado, fue siete u ocho veces mayor que la de personas blancas no Latinas. Otro estudio mostró que dueños de negocios de origen latino recibieron menos dinero del programa federal Paycheck Protection Program, conocido como PPP, que otros negocios similares en barrios mas ricos.
“Siento que la información se demora mucho en llegar a nosotros,” nos dice Elvia Rodriguez, CEO de la compañía de seguros Goldamity, en Grand Terrace, en el condado de San Berdardino. Cuando supe sobre el programa PPP, y yo estoy muy al tanto de esta información, ya era la ultima en la fila e inicialmente toda la ayuda me fue rechazada. Siento que eso fue un gran reto para mi, como dueña de negocio Latina.”
Rodriguez eventualmente recibió un préstamo como parte del programa PPP, pero de un banco más pequeño en California. Sin embargo, ella siente que la forma que empleo el gobierno para otorgar estos préstamos beneficio a dueños de negocios que tienen relaciones estrechas con los grandes bancos, dándoles a ellos la mayor parte de los fondos disponibles, una observación que está respaldada por el estudio de la Universidad de California en Los Ángeles.
Un tercio de los californianos que participaron en la encuesta reportó haber sufrido los efectos más serios a causa de la pandemia, entre ellos haberse enfermado, la muerte de alguien cercano o la pérdida de empleo. Pero incluso entre los grupos más afectados, la información recopilada muestra claros patrones raciales. Por ejemplo, el 43 por ciento de los encuestados de raza negra dijo que la pandemia tuvo efectos mayores en sus vidas, comparado con solo el 30 por ciento de los encuestados de raza blanca.
“La mayor parte de nuestras ventas son a oficinas, especialmente a oficinas de tecnología en la zona del Bay Area. Todas esas oficinas cerraron sus puertas en unos pocos días, cuando empezó la pandemia,” dijo Keba Konte, fundadora de Red Bay Coffee, un negocio Afro Americano en Oakland. “ Eso fue lo que detuvo completamente nuestro negocio. Tuvimos que dar de baja temporal a todos nuestros empleados, hasta ver que pasaba.”
Al igual que los latinos, los californianos de raza negra también trabajan mayormente en empleos de servicios básicos. También tienen altas tasas de condiciones médicas crónicas como diabetes e hipertensión, lo que los hace más vulnerables a los síntomas más severos del coronavirus, según explicó la doctora Nadine Burke Harris, directora de Salud Pública de California en un reciente seminario virtual.
Los efectos emocionales también han sido disparejos.
Además de exacerbar la inestabilidad económica en el estado, la pandemia también le ha pasado la cuenta a nuestro estado emocional y salud mental. En casi la mitad de los encuestados , la pandemia ha causado una sensación de peligro o falta de seguridad, con la comunidad LGBTQ mucho más propensa a sentirse insegura, deprimida o aislada durante la pandemia.
“El aislamiento siempre ha sido un problema dentro de nuestra comunidad, al no tener familiares o amigos con quienes compartir. Creo que la pandemia exacerbó esa realidad, dijo Lania Watkins, directora de servicios de bienestar del Centro Comunitario LGBTQ de Oakland. Pero el aislamiento también ha tenido efectos en la salud de personas LGBTQ. “Algunas personas no han podido recibir su tratamiento hormonal debido al cierre de las oficinas. Algunos no han podido hacerse sus exámenes de laboratorio, o no han podido tener acceso a sus proveedores.”
Pese a haber sufrido en mayor medida los efectos económicos de la pandemia, los Latinos y personas negras que participaron en la encuesta indicaron haber experimentado la menor cantidad de aislamiento social. Una posible explicación puede ser que para muchos latinos y afro americanos quedarse en casa no fue una opción, ya que como empleados de servicios esenciales tuvieron que continuar yendo a sus centros de trabajo.
“No sabíamos cuánto iba a empeorar la situación, o cuánto demoraría en mejorar, pero sí sabíamos que lo estábamos enfrentando juntos,” dijo Konte sobre la necesidad de reducir las horas de trabajo de sus empleados. “Estabamos en modo de supervivencia, haciendo lo necesario para continuar. El impacto emocional no se hizo evidente hasta más adelante.”
Sin embargo, otras personas si han notado el impacto emocional de la pandemia en sus comunidades. “Enfrentar la pandemia definitivamente impactó mi salud mental. Soy de comunidades negras y Latinas. Mis comunidades fueron afectadas por la pandemia, incluyendo mi propia familia,” dijo Marisol Catchings, encargada de la tienda de diseño Afro-Latina Azteca Negra en San Francisco. “Todo el mundo está pasando por un mal momento por la pandemia.”
Las personas de más alto riesgo, son las menos propensas a pedir ayuda.
Las personas más impactadas por los efectos negativos de la pandemia son las que menos confían en las instituciones supuestamente diseñadas para ayudarlos, según encontró la encuesta. Casi la mitad de los californianos de raza negra que fueron encuestados dijeron no sentirse aceptados como iguales o como miembros valiosos de la comunidad. El 55 por ciento dijo que en ocasiones la policía los hacía sentir inseguros en sus propias comunidades.
Ese hallazgo es aún más problemático cuando tenemos en cuenta que la mayor parte de los encuestados cree que la pandemia ha incrementado la incidencia de violencia doméstica. Los encuestados opinan que la pandemia ha hecho más difícil que las víctimas de violencia doméstica pidan ayuda. Mientras que dos tercios de los californianos dicen que la policia seria una ayuda si fuesen víctimas de violencia por parte de un esposo/a o pareja, casi la mitad de adultos de raza negra dijeron que la policía solo empeora la situación, o que ni siquiera llamarian a las autoridades en caso de ser agredidos por algún miembro de la familia.
La percepción de que el racismo está incrementando no se limita a los encuestados de raza negra. La mayoría de los residentes de California dicen que han visto un incremento en el racismo en los últimos años y creen que la sociedad está diseñada para beneficiar a personas blancas dándoles más oportunidades.
Las buenas noticias: A los californianos les importa su comunidad.
Aunque la mayoría de los resultados de la encuesta apuntan a una preocupante división en el tejido social del estado, podemos decir con optimismo que entre los californianos existe consenso alrededor de algunos temas que anteriormente han tomado generaciones en ser reconocidos por la sociedad.
Por ejemplo, más de 90% de los encuestados están de acuerdo en que la violencia doméstica es un problema social serio, y lo definen en términos más generales que incluyen el abuso emocional, las amenazas y agresiones verbales. Esto es un avance importante comparado con la misconception de que la violencia doméstica es un tema privado dentro de una familia que atraviesa momentos difíciles. Más de dos tercios de los californianos hoy consideran que la violencia doméstica es un tema público, no privado.
La otra tendencia positiva sobre este tema es que los residentes del estado no solo entienden cuan seria es la violencia doméstica, si no que están abiertos a alternativas a la hora de castigar a quienes la cometen. Los encuestados se mostraron dispuestos a considerar opciones que no sean únicamente ir a la cárcel, una posición que trasciende la ideología política.
“Bajo el sistema actual, solo hay una respuesta, cierto? Llamas a la policía y eso conduce al encarcelamiento y a mas violencia por parte del estado,” dijo Sybil Grant de PolicyLink, una organización que se enfoca en el avance de la igualdad racial y económica. “Ese sistema no pone a las personas en la trayectoria necesaria para enfrentar la necesidad de lidiar con sus problemas subyacentes.
Ocho de cada 10 encuestados concuerdan en que consejeria, supervisión y restitución pueden ser mejores soluciones que el encarcelamiento para los agresores. Los californianos también están a favor de desarrollar nuevas estrategias para apoyar a las víctimas de violencia doméstica. Cerca del 90 por ciento apoya que las víctimas reciban apoyo con el cuidado de los niños, alimentos, y vivienda así como tiempo libre con pago de sus empleo. Estos puntos son los mismos que las víctimas de violencia doméstica han dicho que necesitan para sentirse apoyados: un lugar seguro para vivir, un trabajo estable y estabilidad económica. Esto quiere decir que los californianos están a favor de las medidas que las víctimas sienten que pueden ayudarlos.
“Es alentador que los residentes del estado consideren la violencia doméstica como un tema de Salud Pública," dijo Chang. Nuevas propuestas para detenerla dependen de que entendamos que la violencia doméstica es un problema intergeneracional que afecta la salud y que requiere una recuperación personal y un cambio sistemático.”
El coronavirus ha introducido nuevos retos a nuestras vidas, pero también ha expuesto mucho de lo que ya estaba presente: un patrón de profunda inequidad, donde las comunidades más vulnerables son mucho más afectadas por fenómenos de gran alcance, como una pandemia.
Este patrón de inequidad es el centro de nuestro trabajo y será el foco de nuestro financiamiento de aquí en adelante. Solo enfrentándonos a este problema cara a cara, podemos cumplir nuestra meta de convertir a California en un estado más saludable y acabar con la violencia doméstica. Estamos comprometidos con la reducción de la desigualdad económica, con prevenir la violencia doméstica y la exposición de niños a la misma, y asegurar que los mecanismos públicos y privados respondan a las necesidades de sus comunidades.
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